En acciones simultáneas la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, realizó dos clausuras en Quintana Roo y el Estado de México con el objetivo de evitar que ilícitos dañaran el medio ambiente.
En el municipio de Calimaya, Estado de México, la PROFEPA clausuró una mina donde se extraían materiales pétreos sin que los propietarios hayan logrado presentar los permisos para cambio de uso de suelo.
El ilícito se llevó a cabo dentro del Área Natural Protegida del Nevado de Toluca donde aparte vienen y conviven decenas de especies protegidas; por este motivo la PROFEPA impuso una multa de 50 mil unidades la medida de cuenta vigente.
Por otra parte, en el municipio de Solidaridad en Quintana Roo, la dependencia también logró clausurar un módulo de 27 metros cuadrados que fungía como atención a clientes del sector turístico, debido a que no tenía el permiso de impacto ambiental y ya se encontraba construido al 100 por ciento.
La sanción es la misma que el caso anterior y la PROFEPA espera contar con los documentos legales o d ello contrario la clausura será permanente.