16 de Junio 2016
NOTIMEX
El uso de la entomología forense que consiste en determinar el tiempo en que una persona estuvo expuesta al ambiente o entorno con el uso de insectos que aparecen en los cadáveres tiene un área de oportunidad en el país.
La doctora Carolina Núñez Vázquez en entomología forense e instructora de Cátedras del Conacyt señaló que su especialidad encuentra un nicho de oportunidad en las unidades de investigación del nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio.
Sin embargo, dijo que lugares como el Servicio Médico Forense (Semefo) de la Ciudad de México la emplea pero no a cabalidad, además dentro del país no se sabe de otros sitios.
En una entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Núñez Vázquez indicó por ello buscan su implementación para que sea una herramienta más en las investigaciones legales.
La investigadora agregó que gracias al nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio, la aplicación de dicha materia contribuirá a la validez científica del peritaje de pruebas.
“Ahora lo que se busca es darle peso y validez a la prueba científica y eso es una deficiencia en nuestro sistema judicial, tenemos gente muy buena como peritos e investigadores”, mencionó.
“Pero algunos no se han actualizado y desconocen muchas cosas de nuestra rama y a veces de las suyas. Entonces queremos buscar la forma de que esto se implemente y ayudar como universidad a los diferentes institutos e instancias”, agregó.
Núñez Vázquez subrayó que los insectos más frecuentes en los cadáveres son las moscas, pero conforme avanza la descomposición aparecen otros, lo cual también dependerá de las condiciones del cuerpo y de la diversidad biológica del lugar.
Los principales insectos son las moscas verdes de la familia Calliphoridae, también hay sarcofágidos y múscidos, entre los que se cuenta la mosca casera.
“Hay especies más pequeñas como los piofílidos o cloropidos, pero los que nos van a ayudar a determinar un intervalo post mortem casi siempre van a ser los califóridos, sarcofágidos y múscidos”, refirió.
“Nosotros tomamos muestras y reconocemos esos insectos, a partir de ello podemos decir cuánto tiempo ha estado ese cuerpo en ese medio, favoreciendo a estos insectos, y en algunos casos nos ayudan a determinar las causas de la muerte, como los ataques que dejan heridas defensivas, por ejemplo”, destacó.
La especialista dijo que las heridas en los cuerpos son los lugares donde se alojan los insectos, pero si estas no existen, entran por aberturas naturales como los ojos, la nariz y los oídos.
Núñez Vázquez mencionó que si la muerte ocurrió por golpes, solo si los animales tienen una entrada al tejido permitirán su proliferación, lo que ayudaría en el estudio forense.
JCS