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Desde la década de los 70 la superficie terrestre afectada por la sequía se duplicó debido a los efectos del cambio climático y el fenómeno provoca pérdidas de hasta ocho mil millones de dólares anuales, advirtió hoy la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Invertir en preparación y en crear resiliencia entre los agricultores es fundamental para hacer frente a las situaciones de sequía extrema, aseguró el director general de la FAO, José Graziano da Silva, en un seminario sobre el tema organizado por el organismo de las Naciones Unidas, Irán y los Países Bajos.
Señaló que la necesidad de replantearse las sequías a nivel global es apremiante. Según datos de la FAO, a medida que el clima del planeta cambia, los periodos secos severos son cada vez más frecuentes y desde la década de los años 70, la superficie terrestre del planeta afectada por sequías se ha duplicado. Resaltó que las sequías generan hambre e inestabilidad y provocan pérdidas económicas de hasta ocho mil millones de dólares anuales.
El coste es especialmente alto en los países en desarrollo, donde la agricultura sigue siendo uno de los pilares económicos. Más de 80 por ciento de los daños y pérdidas causados por la sequía los soporta la agricultura en el mundo en desarrollo, según informes del organismo. África, en particular, es la zona más afectada, pues entre 2005 y 2016, un total de 84 sequías azotaron a 34 países africanos. Graziano da Silva dijo que invertir en preparación y en crear resiliencia entre los agricultores de las áreas más afectadas es fundamental para hacer frente a las situaciones de sequía extrema.
Al recordar la sequía de 2011 en Somalia, en la que más de 250 mil personas perecieron de hambre, Graziano da Silva señaló que “la gente muere porque no está preparada para afrontar los efectos de la sequía, porque sus medios de vida no son lo suficientemente resilientes”. “Durante años, la estrategia ha sido responder a las sequías cuando ocurren, corriendo a toda prisa para aportar ayuda de emergencia y mantener a la gente con vida”, indicó el responsable de la FAO.