Un oso mira al horizonte, corre, juega en el campo… Lo raro es que no está sólo, sino que lo acompaña una loba que pareciera imitar cada uno de sus movimientos y avatares.
La extraña relación fue fotografiada por el fotógrafo finlandés Lassi Rautiainen quien afirmó que los animales se reunían todas las noches, a la misma hora, para compartir alimentos.
Ve las maravillosas fotos:
BPG