La Sirenita de Copenhague, una de las atracciones más emblemáticas de Dinamarca, fue pintada de rojo en protesta por la caza de ballenas en las Islas Feroe, territorio autónomo del reino danés.
En el suelo, frente a la escultura, apareció la leyenda “Dinamarca, defiende las ballenas de las Islas Feroe”, como una probable alusión a la cacería de estos mamíferos en las islas del Atlántico Norte durante el verano boreal.