De acuerdo con una investigación australiana la creciente degradación de los arrecifes en el mundo impide que los peces,cuyo hábitat natural son los corales puedan reconocer la presencia de un depredador y evitarlo ocultándose en su ecosistema.
Especialistas de la Universidad James Cook, en Queesland, descubrieron que la decoloración y muerte de los corales podría tener un efecto directo sobre la forma en que los peces que habitan los arrecifes aprendan sobre su ambiente y en particular sobre los depredadores.
NIM/BPG