01 de Noviembre 2020
Por Jake Spring
BRASILIA, 1 nov (Reuters) – Los incendios en la selva amazónica de Brasil aumentaron en octubre y el número de incendios ha subido un 25% en los primeros 10 meses de 2020 en comparación con el año anterior, según los datos de la agencia gubernamental de investigación espacial Inpe mostrados el domingo.
Octubre registró 17.326 puntos calientes en la mayor selva tropical del mundo, más del doble del número de incendios detectados en el mismo mes del año pasado. La destrucción de la selva se ha disparado desde que el presidente de derecha Jair Bolsonaro asumió el cargo en 2019.
El presidente dice que desea desarrollar la región para sacarla de la pobreza, mientras que los defensores del medio ambiente dicen que sus políticas estimulan la acción ilegal de madereros, mineros y ganaderos.
El número de incendios en lo que va de año sigue siendo el más alto de la década. En sólo los primeros 10 meses del año, el 2020 ha superado el número total de incendios para todo el año 2019, cuando la destrucción desató críticas internacionales de que Brasil no estaba haciendo lo suficiente para proteger la floresta.
El grupo de defensa WWF-Brasil culpó al gobierno por no detener a los madereros.
“Con el aumento de la tasa de deforestación en los últimos años, el gobierno ha ignorado las advertencias de los investigadores: la deforestación y los incendios forestales van de la mano”, dijo la gerente de ciencias de WWF-Brasil, Mariana Napolitano, en un comunicado.
“Después de talar los árboles, los criminales provocan incendios para limpiar el material orgánico acumulado”.
Los incendios en el Pantanal de Brasil, el mayor humedal del mundo, también aumentaron en octubre en comparación con hace un año, según el Inpe. El Pantanal, hogar de muchas especies raras, incluyendo la población más densa de jaguares del mundo, ha registrado la mayor cantidad de incendios este año desde que se iniciaron los registros en 1998. [nL4N2GB3N7]
Hasta el 25 de octubre, el 28% del humedal se ha quemado, según la Universidad Federal de Río de Janeiro, un área casi del tamaño de Dinamarca.
Pero Napolitano dijo que con la llegada de la temporada de lluvias en el Amazonas y el Pantanal, hay señales de que el ritmo de destrucción se está ralentizando.
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(Información de Jake Spring; editado por Lisa Shumaker, traducido por Michael Susin en la redacción de Gdansk)