03 de Mayo 2017
(Redacción) & (Impreso Capital Coahuila)
Desde poco más de 200 metros de altura, el agua procedente de manantiales escurre poco a poco sobre una ladera agreste, que al paso de los siglos ha formado una escena majestuosa de material petrificado que da nombre a este sitio de Oaxaca.
Hierve el Agua y sus cascadas petrificadas son un atractivo turístico de gran importancia para el estado, pero también un sitio sagrado para los indígenas zapotecas.
El lugar atrae también a arqueólogos, biólogos y geólogos, quienes estudian un sistema de riego a base de terrazas construido por los zapotecas hace 2 mil 500 años.
Esta obra es única en México y Mesoamérica, pues no se han hallado indicios de que el riego fuera una actividad común entre las civilizaciones prehispánicas.
El nombre del sitio hace referencia a la expulsión de gases a través del líquido que brota de los manantiales, dándole la apariencia de que hierve, de ahí que aún se utilice como aguas termales.
La temperatura del agua en el manantial, que actualmente se ha convertido en un balneario natural, es en promedio de 22 a 25 grados Celsius.
El sitio se halla en el municipio de San Lorenzo Albarradas, a 70 kilómetros de la ciudad de Oaxaca, en la zona de la sierra que durante el estiaje es extremadamente árida.
Actualmente, en el lugar es posible disfrutar de puestos de comida, cabañas y una piscina regular, además del área del Anfiteatro, donde se ubican las fosas naturales y otras piscinas artificiales.