02 de Agosto 2016
El calentamiento global en los últimos 150 años podría variar, y por ende su proyección a futuro, debido a que estudios en los que se emplean modelos climáticos dan datos más precisos que los que emplean sólo registros históricos.
Un estudio encabezado por el investigador del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, en Pasadena, California, Mark Richardson, indica que casi una quinta parte del calentamiento global en ese período ha sido pasado por alto en los registros históricos.
De acuerdo con el portal de Cambio Climático de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), el documento, publicado en la revista Nature Climate Change, indica que hasta ahora los estudios se habían basado sólo en los registros históricos, de ahí que se estimaran menores tasas de calentamiento que las hechas con los modelos climáticos.
Richardson detalló que los modelos históricos están limitados por varios factores y en el caso del Ártico las diferencias son resultado de la existencia de pocos datos debido a lo inaccesible que había sido dicha área en el pasado.
Por ello, agregó que al comparar modelos históricos con los actuales climáticos pareciera que los resultados arrojaran temperaturas más frías de lo que realmente han sido. Sin embargo, gracias a esta corrección, que permite hacer una estimación con modelos climáticos a partir de cálculos precisos, se ha podido corroborar que el Ártico se está calentando más rápido que el resto de la tierra.
El investigador reveló que los científicos han sabido estas peculiaridades desde hace tiempo, pero este es el primer estudio que calcula el impacto del calentamiento a partir de un modelo más preciso, que permite calcular “manzanas con manzanas”.
En ese sentido, el investigador manifestó su sorpresa de cómo es que diferencias tan pequeñas entre el modelo anterior y el nuevo se sumaran para generar un gran efecto.
El nuevo estudio consideró también otras limitantes para medir la temperatura adecuadamente y que tienen que ver con el hecho de que las temperaturas del aire y el agua se mezclaban en los datos históricos.
Ello provocaba que los resultados obtenidos hasta ahora fueran sesgados, debido a que el agua se calienta menos que el aire, por lo que se calculaban cifras más frías de lo que en realidad se estaban generando.
El investigador expuso que al hacerse nuevamente los cálculos con modelos a largo plazo podrían surgir un resultado diferente a lo estimado hasta ahora, por lo que es indispensable hacer una comparación justa para dar un diagnóstico más preciso.
TA/BPG