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01 de Octubre 2017
ABIEL JIMÉNEZ DELGADO
La actividad solar, tal como una tormenta geomagnética, podría estar activando el campo magnético terrestre y éste, a su vez, generaría el movimiento de las placas tecnónicas, produciendo así los sismos, indicó un estudio de Omar Chávez Alegría, coordinador de la carrera de Ingeniería Civil de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
Esta investigación dista de la teoría en la que se afirma que es el movimiento mecánico de las placas en el manto superior de la tierra lo que provoca la fricción en la corteza y como consecuencia se libera energía en un movimiento telúrico.
No obstante, el doctor Chávez Alegría señaló que es posible que los sismos se ocasionen por un elemento electromagnético antes que uno mecánico, debido a que se puede medir el campo magnético con una brújula de manera permanente, además de que la magnetósfera es el campo protector más importante de frente a las tormentas solares.
De acuerdo con las investigaciones (presentadas en diversas revistas de prestigio alrededor del mundo), se ha encontrado una relación entre la actividad solar y los sismos.
Por lo que el fenómeno tendría lugar como consecuencia de una influencia externa al globo terráqueo que puede activar su campo magnético y no interna como sea ha especulado.
Como muestra de esta afirmación, el académico indicó que precisamente el sismo del 7 de septiembre coincidió con una tormenta geomagnética solar clase G3, lo que pudo ocasionar la ionización de la atmósfera terrestre.
“Realmente no sabemos mucho de lo que tenemos debajo de nuestros pies, hacemos suposiciones de cómo es la corteza terrestre, nosotros suponíamos que era rígida pero las últimas excavaciones han determinado que es más bien fluida de manera muy superficial en distintos puntos de la corteza terrestre.
“Por lo tanto es imposible realizar excavaciones debido a que el metal de la perforadora comienza a fundirse”, detalló.
El investigador de la máxima casa de estudios puntualizó que los movimientos telúricos se componen principalmente de dos tipos de ondas que son de compresión y corte.
Explicación
Las ondas de compresión viajan en una misma dirección sin llegar a generar daños y es posible detectarlas con sismógrafos; en tanto que las de corte llegan posteriormente y son las responsables de los sacudimientos que provocan percances en todas las construcciones.
Alerta
En la Ciudad de México se cuenta con un sistema de alerta sísmica temprana desarrollado a partir del terremoto de 1985, con base en la tecnología del conocimiento de este tipo de ondas.
Además si la distancia entre el epicentro y los sensores es considerable se podrá tener una alerta de varios minutos, pero de no ser así, como ocurrió en el temblor de este martes, la alerta sísmica no se activará con antelación para desalojar los edificios con seguridad.
Cabe mencionar que lamentablemente en Guerrero, Oaxaca y Chiapas no se cuenta con ese sistema de alerta temprana, debido a que en esos lugares las ondas de compresión y de corte llegan al mismo tiempo.
De tal modo que si el sismo del 7 de septiembre hubiera sucedido en el transcurso de la madrugada el número de fallecidos hubiera aumetado en dichas entidades del país ante la falta de aviso.
MODIFICAN TEORÍAS
Esta investigación sugiere que los terremotos registrados recientemente podrían tener influencias externas y no internas, como sugieren las teorías vigentes sobre estos fenómenos.
El catedrático de la UAQ señaló que el temblor que afectó principalmente la zona de Oaxaca y Chiapas el 7 de septiembre, coincidió con la tormenta solar de clase G3, lo que podría reforzar esta hipótesis sobre el electromagnetismo.
