Este martes, autoridades de Nueva Zelanda investigan el inusual robo de 500 vacas de una granja de South Island.
El encargado del lugar se dio cuenta del suceso cuando notó que la comida del granero no se acababa como habitualmente.
El granero afectado está demasiado avergonzado para hablar de lo sucedido, según informó su amigo Willy Leferink. “Si viese desaparecer tres cuartos de millón de dólares, usted tampoco quería hablar de ello”, dijo.
Leferink explicó a los medios que cada vaca lechera está valorada en unos mil 90 dólares y que pesaban más de media tonelada cada una.
Por otra parte, aseguró que las vacas podrían haber sido sustraídas del rebaño de mil 300 animales que viven cerca de la localidad de Ashburton.
Los lugareños están sumamente sorprendidos ya que dicen que nunca habían oído hablar de un robo de ganado a una escala tan grande; en un país con unas 10 millones de vacas, más del doble que personas.
Asimismo, la policía aseveró que el incidente sirve como recordatoria a los granjeros para que chequen la seguridad de sus terrenos y cuenten a sus animales constantemente.
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BPG