10 de Octubre 2016
Siempre los hemos visto como “aves del mal agüero”, son negros, graznan con inteligencia y usan la razón para conseguir su propio alimento. Pueden aprender, razonar, distinguir, recordar, e incluso hay quienes se atreven a decir que son conscientes de sí mismos. Son los cuervos.
En Japón estos ejemplares son comunes, e incluso se han visto como una plaga. Se han integrado a las urbes japonesas, su inteligencia se demuestra cuando lanzan nueces sobre el tráfico para que los coches las rompan al pasar por encima, y cuando los autos se detienen, las especies aprovechan para recoger el alimento.
Hay cuervos en todo el mundo, y según Genaro Villar, experto en aves y habitante de Veracruz, se trata de ejemplares especiales, difíciles todavía de comprender debido a las habilidades que poseen.
Este experto, que se especializó en aves de manera autodidacta, calificó como increíble que los cuervos todavía sean despreciados.
“Nos dan escalofrío, creemos que sacan los ojos de quien se les pone por el frente, pero la realidad es que son muy astutos e inteligentes, e incluso pueden alcanzar su alimento usando herramientas”, detalló Genaro de manera sorpresiva.
Villar López considera que se trata de los pájaros más inteligentes del mundo, más que los búhos y las aves de presa. Asegura que son astutos y más tramposos que los papagayos.
El cuervo común surgió hace 17 millones de años en Australia y Oceanía, es una especie de ave de la familia de los córvidos. Estos ejemplares abundan en todos los lugares del mundo porque son inteligentes y muy adaptables a las distintas geografías, incluyendo las zonas urbanas. En la actualidad son 120 especies distribuidas por todo el planeta, menos en la Artántida.
Comen carnes, pero también frutos secos, granos y otras verduras y por eso, algunos expertos deben su amplia supervivencia en el planeta.
El cerebro de este animal es el más grande entre las aves.
German Konrad, etológo y experto en genética de comportamiento animal egresado de la Universidad de Guadalajara, comentó que los cuervos arrojan conclusiones sorprendentes a los científicos, enfocadas a que se trata de un ave que utiliza sus graznidos con sabiduría, toda vez que el tono y las repeticiones les indican si están ante un amigo o una amenaza.
Dijo que cuando detectan la presencia de otros ejemplares hostiles o de otras aves desconocidas, estas aves emiten un graznido breve y bajo, que los etólogos interpretan como intento de parecer más grandes y amenazadores. Ante cuervos del mismo grupo o familia, los graznidos serán frecuentes y repetitivos, pero no estridentes, a modo de saludo amistoso.
En tanto, una investigación de John Marzluff, biólogo de la Universidad de Washington reveló que los cuervos nunca olvidan un rostro humano, aun después de nueve años y medio.