Por medio de la utilización de la óptica adaptativa, técnica que al aplicar óptica deformable permite corregir gran parte de los defectos causados por la densidad de la atmósfera terrestre en las imágenes observadas con un aparato focal, el espectrógrafo para el Gran Telescopio Canarias (GTC) proporcionará a los astrónomos una capacidad de resolución sólo equiparable a la de un dispositivo espacial, como el telescopio Hubble.
Tal calidad de imagen será posible gracias al esfuerzo de instancias como el Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (Cidesi), perteneciente al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el cual trabaja en el proyecto denominado FRIDA (acrónimo en inglés de inFrared Imager and Dissector for the Adaptive Optics), bajo la coordinacióndel Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), el Departamento de Astronomía de la Universidad de Florida, Estados Unidos, y la Universidad Complutense de Madrid, España, el cual se espera tener listo antes de que termine esta década.
FRIDA forma parte del arsenal del GTC, que también estará conformado por OSIRIS, un espectrógrafo de baja resolución con sistema de imagen; CanariCam, una cámara y espectrógrafo en el infrarrojo térmico, y EMIR, otro espectrógrafo, éste multiobjeto de gran campo que trabajará en el infrarrojo, instrumentación que permitirá aprovechar al máximo las posibilidades de este telescopio.
La óptica adaptativa con la que trabajará FRIDA, detalló Jorge Andrés Uribe Uribe, hará posible corregir efectos producidos por la turbulencia ocasionada por la atmósfera, debido a que se incorporan mecanismos de plano focal con repetitividad de hasta cuatro micrómetros en posicionado, además de mecanismo de carrusel para girar una serie de rejillas de difracción de la luz en diferentes longitudes de onda a fin de que sean analizables mediante un detector: “La precisión que necesita este tipo de instrumentos como FRIDA, que les llamamos limitados por difracción, requiere de utilizar un sistema denominado óptica adaptativa, el cual corrige los efectos de la difracción en la atmósfera”, indicó.
La calidad de imagen que se logra con ello sólo es comparable con la de un telescopio que orbita en el espacio, como el Hubble, explicó Uribe, gerente del área de Optomecánica del Cidesi, quien añadió que los mecanismos requeridos en proyectos como FRIDA exigen de condiciones muy particulares para su viabilidad, analizar cuáles son los mejores materiales: “En el Cidesi se trabaja en procesos y tratamientos en la manufactura de todos los componentes mecánicos de este instrumento astronómico, pues varios de ellos contienen ciertas fibras capaces de generar deformaciones cuando son maquinados o al momento de someterlos a ciclos térmicos”, detalló. Y es que para lograr los resultados esperados el espectrógrafo deberá trabajar bajo condiciones muy difíciles, de modo que el científico refirió que se han buscado materiales muy especiales, los cuales se han fabricado a temperatura ambiente, pero la consigna es que deben ser funcionales para trabajar en frío, “entonces hay que hacer todos los cálculos necesarios para que en esas temperaturas logren sus máximas prestaciones. Todo este proceso y tratamientos requieren un tiempo de desarrollo, porque es preciso darle un cierto número de ciclos a los materiales, metiéndolos en nitrógeno a manera de identificar los defectos de manufactura que pudieron haber tenido”, y así poder corregirlos, indicó.
Destacó el funcionario que el Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial ha tenido como tarea principal enfocarse en la parte mecánica: “La UNAM en FRIDA está trabajando en la parte de óptica, el Departamento de Astronomía de la Universidad de Florida, con los detectores de ciencia; el Instituto de Astrofísica de Canarias, en la parte de software de alto nivel. Hay un área muy desarrollada en control que se está empezando a conocer”, explicó.
Sin embargo, el especialista comentó que en el Cidesi “tenemos las capacidades, pero no han sido explotadas al ciento por ciento; creo que ahí tenemos una oportunidad muy grande para demostrar que también podemos hacer muchas cosas, en especial por la calidad de nuestros especialistas”, destacó.
El Gran Telescopio Canarias (GTC) es el telescopio óptico más grande del mundo, su espejo principal, es segmentado y tiene una superficie equivalente a un espejo circular de 10.4 m de diámetro. Está ubicado a 2 mil 400 m de altitud, en uno de los mejores lugares del hemisferio norte para hacer observaciones astronómicas profesionales: el Observatorio del Roque de los Muchachos (ORM), en La Palma, Islas Canarias, España.
Con información del Conacyt