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Consumen incendios zonas arboladas

Suman ya 7 mil hectáreas afectadas durante esta temporada de estiaje

FERNANDO NOLASCO HERNÁNDEZ / IMPRESO CAPITAL EDOMEX

Las altas temperaturas, así como el descuido al hacer quemas en predios y áreas boscosas, provocaron este fin de semana incendios forestales en Valle de Bravo y el Xinantécatl, donde fueron devastadas 14 hectáreas, nueve de pastizales y cinco arboladas. Los siniestros fueron sofocados por combatientes de la Protectora de Bosques del Estado de México (Probosque) y la Comisión Nacional Forestal (Conafor); en ambos casos no se registraron daños a viviendas o personas, según reporte de las dependencias.

En el balance se informó que en Valle de Bravo se incendiaron los predios Los Saucos y La Trocería, por lo que intervinieron las brigadas Eco 71 de la Conafor y la 713 de Probosque, así como la rural de esta última con sede en Valle de Bravo.

En lo que va del año, la Protectora de Bosques del Estado de México, reportó mil 180 incendios que afectaron siete mil 840 hectáreas, de las cuales 92.2 por ciento son de pastizales y 7.8 por ciento de árboles adultos, cifras que colocan a la entidad en el sexto sitio a nivel nacional con menor número de daños en bosques.

Una vez culminada la temporada de estiaje se hace el balance de hectáreas afectadas y cuántos árboles de renuevo se quemaron, ya que serán las primeras zonas en reforestarse en cuanto inicie la temporada de lluvias.

La institución estatal informó que la campaña de prevención de siniestros inició en febrero con la construcción y rehabilitación de brechas cortafuego en las zonas boscosas de la entidad; sin embargo, los incendios siguen presentándose debido a la sequía, propia de la temporada de estiaje y en algunos casos, por la mano del hombre.

Ante esa situación, las autoridades recomiendan a la población no encender fogatas en campos donde crece el pasto y si acuden de paseo a zonas boscosas, no tirar colillas de cigarro encendidas ni lanzar globos de cantoya, porque tienen un tipo de combustible que les permite seguir encendidos, aun cuando caen, y ocasionan los siniestros.