Un perro que recibió cinco disparos durante un tiroteo entre pandillas en una favela de Río de Janeiro se recupera tras ser operado y pronto será puesto en adopción, informó un refugio animal.
La violencia va en aumento en las favelas de la ciudad, y a veces los animales, como las personas, son víctimas del fuego cruzado.
El perro fue apodado Netinho Coragem, “pequeño valiente” en portugués. Fue baleado el 11 de julio en un tiroteo entre pandillas rivales en el norte de Río.
El grupo responsable del refugio, conocido como SUIPA por sus siglas en portugués, dijo que rescató al perro de pelaje negro tras recibir una llamada de residentes.
“Es un milagro que esté vivo”, señaló el martes Joao Wassita, veterinario jefe de la agrupación. “La mayoría de los perros muere en el lugar, mucho antes de que podamos llegar hasta ellos”.
Netinho será puesto en adopción cuando se recupere. Es el segundo perro que sobrevive en menos de un mes al creciente número de tiroteos que suceden a diario en la ciudad que albergará los Juegos Olímpicos del 5 al 21 de agosto.
Wassita dijo que el perro sufrió daños graves en el fémur, por lo que tuvo que ser operado para colocarle tornillos en los huesos.
La ciudad no tiene un registro de muertes o lesiones de animales ocurridas durante balaceras. Pero los veterinarios del refugio afirman que han visto un notable incremento en los últimos meses, especialmente en las favelas donde las mascotas y los perros callejeros andan sin restricciones.
Según una aplicación de colaboración ciudadana lanzada por Amnistía Internacional, en la semana en que Netinho resultó baleado se reportaron 265 tiroteos, en los que murieron al menos 24 personas.
Sheik, un perro de color cobrizo, estaba en una jaula junto a la de Netinho, es otra víctima de la violencia. Fue baleado el 14 de junio en la favela Jacarezinho y trasladado al refugio en una carretilla. La herida de bala en su pata delantera era tan severa que los veterinarios no descartan la amputación. Sheik será devuelto a su propietario en cuanto se recupere.
El refugio tiene mucha experiencia en atender a animales con heridas de bala.
“Mientras doy esta entrevista, es muy posible que recibamos otra llamada en la que nos piden que rescatemos a un animal herido de bala”, comentó Wassita mientras le acariciaba la melena a un caballo de 12 años de edad de nombre Empezao, que sobrevivió a un disparo de escopeta en 2014.
SUIPA atendió incluso a una tortuga que tenía una bala alojada en las patas traseras y que requirió la adaptación de una silla de ruedas para poder caminar.
El refugio animal, con 73 años de existencia y que actualmente cuida a 4.500 perros, 600 gatos, decenas de caballos y otros animales, enfrenta dificultades financieras y está en riesgo de cerrar. Tiene una deuda superior a cuatro millones de dólares y afirma que las donaciones se desplomaron ante la peor recesión que enfrenta Brasil desde la década de 1930.
“SUIPA es realmente un retrato del estado financiero de Brasil”, comentó Izabel Nascimento, presidenta del grupo.
(Con información de AP)
BPG